lunes, 17 de diciembre de 2012

Dolor de espalda.

Desde ayer estoy con un dolor de espalda importante, incomodo. Decidí reposar un poco, y evitar mayoritariamente estar con la computadora, que claramente, no me ayuda a mejorar mi postura.

En este rato largo, de unas 20 horas para pensar desenfrenadamente, me dediqué a revisar las cosas que me hacen sentirme raro cuando estoy con otra gente y las que me dan miedo.

La conclusion es bastante clara: soy una máquina de pensar, y en ciertos casos, de pensar de mas.

Me sorprende pensar, que muchas veces las cosas que quiero, son mas simples que el modelo mental que fabrico de ellas y mas espontaneas. Usted, querido lector, comprenderá que me gusta hacer música y otro tipo de cosas llamemos creativas, movilizadas, principalmente por la espontaneidad.

Hace un tiempo leí un libro llamado "Free Play" que habla un poco de lo procesos creativos y la improvisación musical. El autor diferencia claramente el "Juego Libre" que acompaña la creación de cosas (no nos importa si nuevas o no) y el proceso posterior de edición que completa, o refina la creación.

Me di cuenta, que en mi cabeza los dos procesos ocurren simultáneamente, por algún designio de un gen adicto a la concurrencia y la paralelización de procesos. Y como me gusta generarme paradigmas validos para seguir pensando mas y mas, a raiz de eso puedo explicarme, de alguna forma lógica, rebuscada e inhumana, varios comportamientos o cosas que nunca puedo lograr. O que al menos no puedo observar que logro.

Es ese proceso de autocensura constante, que no logra llevarme a intentar. Y ahi, es donde está la trampa. Porque, de las experiencias podemos aprender, y sacar conclusiones que nos ayuden a abordar otros intentos con mayor exito.

Y la pregunta de como medimos el éxito, lo dejo como tarea para el hogar. Quizás una respuesta esta justo al costado, y como sigo mirando para adelante, solamente, cual caballo con anteojeras, siga un largo trecho sin notarla.

2 comentarios:

humitos dijo...

El párrafo 6 de lo que escribiste te lo dice todo. Es algo que te respondés a vos mismo: lo que es, es mucho más simple de lo que pensás.

Hace un tiempo escribí un concepto para pensar:

"Auto-dominación involuntaria"

Básicamente, creo que nos cuesta mucho escapar de eso. Hacemos cosas que no queremos hacer, pero las hacemos igual. E incluso, intentamos justificarlas para sentirnos mejor.

Ojo! Cosas menores, decisiones erradas, por ejemplo. Nuestras y erradas. Es difícil aceptar que le pifiamos feo, y entonces nos justificamos para sentirnos mejor.

¿Qué pasa por el contrario si aprendemos a ver las cosas como son, con aciertos y con errores, y podemos escapar de nuestro "ser dominante" y logramos caminar libremente?

SAn dijo...

Me gustó la reflexión.

La parte reflexiva del cerébro, puñal en mano, está esperando en la próxima esquina a la parte creativa.

Dicho de otra forma, el bucle del ente censor está más apretado y termina más pronto que el creativo.

Puedo usar el raciocinio para salir de esta trampa? Se me ocurren los puntos de no retorno. Esos lugares donde ya no se puede volver atrás ni hacer borrón y cuenta nueva.

En este contexto un

window.setTimeout(function (){
$.post("postear", data);
},
Math.Random()*100);

me daria un punto de no retorno para este mensaje.


PD: El libro es Gödel, Escher, Bach: un Eterno y Grácil Bucle. La traducción (con ese nombre exacto) al castellano es muy buena, aunque no leí la original en inglés.