sábado, 28 de abril de 2007

Ciudad desde el Rio


La ciudad desde el río es diferente. Es mas pequeña, mas enana, mas fácil de ver.
Hoy fui a navegar, sobre las turbias aguas. El día estuvo increíble. El viento soplo siempre de donde debía para navegar a la mayor velocidad al rumbo fijado.
Para quienes nunca navegaron no pueden imaginar las sensaciones.
Uno mientras navega no hace demasiado, esta senado, tira de los cabos (versión marinera de soga o cuerda), Controla el timón, no corre, no suda, ni nada.
Pero el cuerpo debe compensar cada balanceo del barco para evitar los temidos mareos. Ahí es donde uno termina filtrado, muchisimo. Convertido en un ente. Es una sensación parecida a cuando salís de la pileta después de nadar mucho tiempo.
Las velas, remodeladas, cumplieron su función a la perfección.
En el rió se puede ver un reflejo de la sociedad.
Los poderosos, en sus yates con motores inmensos, llenan el aire de humo y ruido, generan olas insoportables para todos los que, tratando de disfrutar del silencio, de ser llevado por la brisa, profieran insultos para con ellos.
El río es así, un pequeño mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola amigo... re piola ke anduviste navegando, espero ke andes bien!! un abrazo!